lunes, 24 de junio de 2013

# Una carta para mí.

    Hola, soy Alfonso Fernández Pousada. Tengo 19 años y soy de Vigo. Soy bastante estúpido, dado que suelo meter la pata con mucha facilidad, sobretodo porque hice algo que no me gustaría que me hiciera, comparar. Me preocupo mucho por las personas, tanto que incluso llegan al punto de agobiarse. Es un defecto entre miles. Dicen que me hago querer con mucha facilidad y que soy muy cariñoso. Supongo que van juntos. Soy una persona que da el 110% cuando quiere algo de verdad, ya sea una relación, la dedicación hacia un deporte, algún sueño, etc... Tengo muchos miedos, como todas las personas, pero cada día que me levanto me miro al espejo y pienso: "hoy vamos a vencer más miedos". Odio que me alaguen y no soy para nada orgulloso. Soy una persona fácil de contentar y muy difícil de enfadar, aunque lo que más me molesta es que no me digan las cosas de primera cuando pregunto y sé que pasa algo y también que me mientan. Me gusta colaborar en todo lo que pueda. Tengo tatuado "Ser fuerte para ser útil" en la espalda porque es un resumen de mi vida. No me considero guapo ni atractivo. A veces soy borde, pero me acabo arrepintiendo y voy a darle mimos a esa persona con la que lo fui. A veces me aburro demasiado. Me distraigo con cualquier cosa. Hago parkour desde hace casi siete años. Ahora mismo estoy aprendiendo a hacer cartomagia. De pequeño juagaba al fútbol en el R.C. Celta de Vigo y hacía taekwondo, hasta que me detectaron una arritmia y mi madre me pidió que lo dejara. Me gusta viajar y conocer gente. Soy una persona muy habladora cuando hay confianza, pero muy tímida al principio. No me considero una persona falsa. Me gusta escuchar a los demás. Odio hablar de mí. No me gusta estar en primer plano, prefiero pasar desapercibido. Estoy orgulloso de ser quien soy. Me considero una persona luchadora de las que no se rinden hasta que consiguen lo que realmente quieren. Mi felicidad no me importa, pero la de los demás sí. Quiero hacer feliz al mayor número de personas posibles, aunque me deje la vida en ello. Soy una persona bastante responsable. Me gusta cocinar. Soy de los que se van a un sitio en concreto para estar tranquilo. Adoro conducir. Admito que cuando estoy sólo, sin nadie en el coche y sin nadie en la carretera, me gusta pisarle un poco al acelerador, pero en cuanto hay alguien, prefiero ir con precaución. Soy una persona sincera, no me gusta mentir. Odio las injusticias. Soy una persona trabajadora, aunque muy vaga a la vez. Cuando me aburro, me meto en mi mundo. También soy gilipollas, gilimemo, tonto, idiota...

    Podría hablar más de como soy, pero creo que ya es suficiente. Lo hago por mí, para saber si realmente me conozco.

"Conócete a ti mismo."

domingo, 9 de junio de 2013

# Ser fuerte para ser útil.

   En sexto de primaria, año 2005-2006, con tan sólo 11-12 años, me detectaron una arritmia cardíaca. Al principio he de reconocer que me lo tomé en broma. Pero en cuanto me dijeron que tenía que dejar de hacer deporte y que era grave, empecé a llorar y no sabía que hacer, porque el deporte era lo que le daba sentido a mi vida. No tuve más remedio que dejar el deporte (fútbol) a un lado, sobretodo porque mi madre me pidió por favor que lo dejara, que muchos futbolistas morían en el campo por el mismo motivo.

    Cuando entré en el instituto quedaba con los compañeros de clase y, mientras ellos jugaban al fútbol, yo estaba sentado en un banco mirándolos. En una placita cercana al campo había unos chicos "saltando". -Así los miraba yo al principio-, pero después descubrí que hacían Parkour. Un día me acerqué a preguntarles porque lo hacían, y me respondieron algo inesperado para mí, algo que me hizo ir al día siguiente a entrenar con ellos, a pesar de mi "enfermedad". Estuve entrenando con ellos durante cuatro meses más o menos, desde diciembre hasta marzo-abril. Después pasó lo inevitable. Me "desmallé" y estuve ingresado los tres último meses del curso, por lo tanto me quedaron demasiadas asignaturas para septiembre. Las recuperé todas, pero por petición de los profesores y aceptación de mis padres, tuve que repetir. Entonces perdí la ilusión por los estudios y lo único que hacía era Parkour y entrenarme físicamente para mejorar mi rendimiento. Después de aquel "desmallo" había empezado una terapia. Al perder la ilusión por los estudios, mi camino estudiantil se desvió un poco. Y lo único que seguía haciendo era Parkour hasta, que un día encontré unos papeles que ponen (porque todavía los guardo) "¿Qué es el Parkour? Claramente la respuesta era un copia-pega de la definición de Wikipedia, pero una frase está resaltada: "Ser fuerte para ser útil." En aquel mismo instante, y pasados cuatros años, empecé a comprender lo que significa el Parkour para mí, y que, toda mi vida se definía con esa frase, ya que, ya sea por mi estatura o por mi corazón, siempre lo he intentado hasta el final.

    Recuperé la ilusión por los estudios y ahora mismo estoy estudiando lo que siempre quise. Me reencontré a mí mismo. Estoy mejor que nunca físicamente. Llevo casi 7 años practicando esta disciplina y casi 3 amándola, sintiéndola, etc... Soy feliz. Viajo y conozco a gente que comparte el mismo o similar sentimiento que yo.

    Ser fuerte para ser útil se basa en eso literalmente, ser fuerte mentalmente para ser útil. Saber lo que quieres y no rendirse hasta conseguirlo. Si te lo propones, nada es imposible. Supongo que la mejor forma de entender esta frase es tomándose la vida como un entrenamiento, en el cual, para mejorar, se necesita hacer los mismo una y otra vez. Ya sea en los estudios, en el Parkour, en cualquier disciplina y, la mejor disciplina es la vida.


# ¿De cantas cousas precisamos para ser felices?

    ¿De cantas cousas precisamos para ser felices?

    Está claro que a xente cantas máis cosas ten, máis feliz é, pero tamén é certo que esa felicidade é pasaxeira, xa que cando se aburran diso que lles fai tan felices, logo non terán nada para adquirir esa debandita felicidade.

    Co paso do tempo fómoslle dando valor a cousas realmente que non precisamos, entón somos uns consumistas capitalistas, xa que despreciamos as cousas máis pequenas, que dende pequenos apreciabamos, para querer cousas cun alto custo e das que acabas aburrido. Decídeme se non é certo que de pequenos cando estabamos no parque xogando con outros rapaces non eramos felices e, a medida que nos fixemos maiores, queriamos una videoconsola, un teléfono, etc... e pasado un tempo de recibir iso, pediamos máis con mellor calidade. Dende logo está claro que fomos despreciando cousas simples que nos facían realmente  felices.

    Paráde a pensar nos nenos dos países "inferiores", nos que día a día loitan pola súa supervivencia, pero, cando lles dan ou consigues o necesario para iso, xa son felices, non precisas nada máis que iso.

   Eu tamén me engado nese grupo de personas porque tamén pedín una videoconsola, un teléfono, etc... Pero agora, que estou a sacar o neno que levo dentro, non preciso de todo iso, simplemente preciso estar cos meus amigos, correr, saltar, gritar, bailar...

    Invítovos a que vos fagades o mesmo, que salgades á rúa e saquedes o neno que levades dentro.

"O ser humano coñece o prezo de todo pero o valor de nada."

miércoles, 5 de junio de 2013

# 1.

    Nada ni nadie me conoce tanto como él. Conoce absolutamente todos mis puntos débiles. Sabe en todo lo que fallo, pero aún así, sigue sin hacer nada, esperando a que me caiga para que aprenda y prosiga mi camino. Al igual que sabe todo eso, también conoce mis puntos fuertes. Sabe perfectamente cual será mi siguiente paso.

    No hablo del parkour, si no de uno mismo. Conocerse a uno mismo es lo más complicado en esta vida, pero cuando lo consigues es maravilloso. Date esa oportunidad y verás los grandes resultados que puedes llegar obtener.


Persigue tu sueño, nunca te rindas.